domingo, 11 de septiembre de 2011

Cuarto Consejo Fundamental


4) ACEPTA EL PROBLEMA:
Te debes estar preguntando ¿por qué no puso esto como recomendación número uno? Bueno, la respuesta es simple. Como dije en la recomendación número dos, cuando sufres de agorafobia, no sabes en realidad qué es lo que tienes. Piensas que es un problema orgánico, difícilmente te imaginas que es un problema psicológico, sólo después de haber ido varias veces a los hospitales o clínicas y de haberte, los doctores, mandado al psicólogo o al psiquiatra, te enteras qué tienes. Como al inicio sólo sabes que estás mal, pero no sabes qué tienes, difícilmente puedes aceptar el problema, ya que vas una y otra vez a los doctores y te dicen que estás bien, entonces, ¿qué problema vas a aceptar? Por este motivo es importante, después de saber que sufres de agorafobia, aceptarlo, para que de este modo marques un inicio de tu recuperación. Cuando tú lo aceptes, lo comuniques y lo expliques bien a la gente que vive contigo, ellos también sabrán aceptarlo poco a poco, aunque tal vez no lo entiendan nunca, a menos que también sufran de agorafobia.


No hay que olvidar que la aceptación no sólo es decir: “yo sufro de agorafobia”, también se debe aceptar que este problema va a tener una superación larga. Enfrentar a la agorafobia y ganar la guerra no es un acontecimiento que suceda de la noche a la mañana, desgraciadamente. De modo que para que puedas enfrentar una guerra, primero debes saber quién te la ha declarado y poco a poco ir luchando contra tu rival, basándote en tu propia fuerza de voluntad, en tu propia personalidad, ocultando y mejorando tus defectos, pero sobre todo, conociendo a tu rival. Si lo conoces perfectamente, verás que podrás derrotarlo sin importar cuantos puntos débiles tengas tú, aunque esto signifique que, eventualmente, tengas que perder algunas batallas.

David J. Díaz.

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