viernes, 9 de septiembre de 2011

SEGUNDO CONSEJO FUNDAMENTAL PARA ENFRENTAR LA AGORAFOBIA

Ahora voy a publicar el segundo consejo fundamental para aprender a vivir con la agorafobia sin que te produzca tantos problemas. Insisto, con esto no te vas a curar, pero sí vas a aprender a entender mejor la situación y te preparará para cuando tengas que “RECONOCER NUEVAMENTE EL MUNDO”.
Para mí ha sido de gran ayuda, espero que a ti también pueda ayudarte.



2) NO ALEJAR A LAS PERSONAS QUE TE RODEAN, NECESITARÁS DE ELLAS:
Me refiero a este tema tomando en cuenta la última parte de la primera recomendación.

Cuando tienes de agorafobia, en un principio, no sabes de qué estás enfermo, piensas que estás mal del corazón, del cerebro, del hígado, de los pulmones, etc. De modo que tu respuesta natural, después de atormentarte a ti mismo por un tiempo, es buscar la ayuda de alguien. ¿Pero qué sucede antes de buscar ayuda? Pues, por lo general estás aburrido de la situación, te estresas, te irritas, te deprimes, esto hace muchas veces trates mal a las personas y por ende, se alejan de ti, se resienten.

Es una prioridad que las personas que te rodean no estén tratando de alejarse de ti porque vas a necesitar mucho de ellas, aunque no comprendan tu enfermedad. De alguien, sobretodo en un inicio, necesitarás para que te acompañe a comprar al supermercado, a caminar, al cine, etc. Es más, ya te debes haber dado cuenta, si padeces de agorafobia, que necesitas a alguien de confianza a tu costado para que puedas intentar hacer una vida más o menos normal. Esto no quiere decir que debas tener siempre a alguien acompañándote, pero al inicio de saber que tienes este trastorno, yo recomiendo que tengas a alguien de confianza con quien sentirte seguro hasta que puedas comprender mejor tu problema y aprendas a mantener la calma en situaciones “de riesgo” para ti.

En conclusión con esta recomendación: al comienzo de la agorafobia, siempre necesitarás de alguien para que te enseñe y te ayude a reconocer el mundo en el que estás, que por cierto ya conocías, pero que por circunstancias de la vida hoy te parece distinto, y le temes.


David J. Díaz.

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